Letra:
[Intro]
Yeah
Alba…
Sube el ritmo que se viene lo tuyo
[Verse 1]
Quería ser mil cosas a la vez
astronauta, bailarina y jefe del estrés
Post-its en la pared, caos en la escena
pero siempre firme, nunca condena
Con diez años, directo al foco
se subió al escenario sin miedo, sin sofoco
Bailes en la cocina, cascos en la oreja
estudiando con flow como si nada la frena
[Pre-Chorus]
Y yo mirando en silencio
sabiendo que el brillo lo llevas por dentro
Cada paso, cada intento
me grita que estás cambiando el tiempo
[Chorus]
No tienes techo, tú tienes alas
caminas fuerte aunque nadie te avala
Tú marcas ritmo, tú pones reglas
y yo te sigo… aunque vayas a estrellas
No tienes techo, tú tienes alas
el mundo gira cuando tú hablas
Tú no tropiezas, tú redibujas
y yo en la fila, gritando sin dudas
[Verse 2]
Nunca fue fácil, pero hiciste magia
te caíste, volviste, hiciste gimnasia
del alma, de mente, de vida y de ganas
te armaste de fuego, bailaste las llamas
No sabes de excusas, sabes de entrega
de girar la tristeza y darle la vuelta
de estudiar con ritmo, de soñar despierta
de tener el corazón como una puerta abierta
[Pre-Chorus]
Y yo, testigo de tu energía
vibrando contigo cada nuevo día
No hay techo, lo sabes, ni lo habrá
porque tú naciste pa’ volar sin mirar
[Chorus]
No tienes techo, tú tienes alas
caminas fuerte aunque nadie te avala
Tú marcas ritmo, tú pones reglas
y yo te sigo… aunque vayas a estrellas
No tienes techo, tú tienes alas
el mundo gira cuando tú hablas
Tú no tropiezas, tú redibujas
y yo en la fila, gritando sin dudas
[Outro]
Brilla, sin miedo
baila, sin freno
sueña, sin pausa
que el mundo es tu suelo
y tú…
tienes alas en los pies
Descripción:
Alba, aquí tienes «Alas en los pies», una canción que nace con tacones de papel y zapatillas de correr por si decides escapar volando de los nervios: la escribí para ti porque cumplir 16 y graduarte no es cualquier cosa, es un pequeño cataclismo bonito que merece banda sonora. Me imagino tus risas en el pasillo, los apuntes que se quedan con olor a café y madrugada, y esa manera tuya de mirar el futuro como quien hojea un mapa sin miedo a perderse; todo eso cabe en estos acordes. No prometo que sea la mejor letra del mundo, pero sí una promesa sincera: que cada verso te recuerde que puedes poner alas donde otros solo ven zapatos, que tropezar está permitido y que levantarse bailando también. Si al escucharla se te escapa una lagrimita, culpa a mi mala memoria para los nombres y a la emoción contenida que se me sale en los estribillos; si te saca una sonrisa, entonces misión cumplida. La graduación es solo el primer vuelo largo, y yo, desde mi rincón cómplice, quiero ser quien te pase la cuerda cuando te montes en la cometa. Pónsela en el momento que quieras, en el coche, en la habitación o en la ceremonia —aunque lo advierto: no soy responsable de las ovaciones, esos vienen de ti. Con cariño infinito y un poquito de ruido en las zapatillas, Clara.